miércoles, 25 de julio de 2012

El Limite V



Esa mañana todo habia sido como siempre, y como siempre amanda habia desayunado un wrap de verduras con pollo y algo de cafe, tambien, como siempre habia llegado a su clase adaptacion cultural para sentarse en el tercer pupitre de la tercera fila  del salon de clase. En esa oportunidad el profesor hablaba acerca de del temor social, el temor a las cosas o personas diferentes, a el impulso colectivo de eliminar y atacar lo disidente de la norma establecida, tambien se referia a la hetero-normatividad lo que él definiria antes de terminar la clase como la norma social que asocia todo al orden heterosexual en muchas ocaciones binarias y siempre muy retrograda.
Amanda ya habia escuchado tesis similares siempre encaminadas al feminismo en su grupo de estudio, y mientras miraba la hoja de su cuaderno sintiendo como la voz del profesor se distorcionaba al tiempo que esta dibagaba en sus pensamientos.
No se sentia mal, pero tampoco se sentia bien, y pensaba si lo que estaba haciendo era lo correcto, si experimentar con su vida y su cuerpo habia sido una buena decision. Pero se compadecia a si misma y se daba aliento; ella pensaba ser mas inteligente que cualquiera que le rodeara, incluso mas que sus teoricas favoritascomo Butler o Preciado, ella habia encontrado la forma de examinar las politicas que regian los cuerpos, en si misma y sin alterar nada en el entorno que le rodeaba, pensaba que si las cosas no salian bien, podria suprimir esa parte de su vida como como cuando tachas un parrafo mal escrito.
Sin embargo aún no podia quitarse ese sentimiento de culpa, de culpa consigo misma por lo que hizo, por haberlo hecho de esa manera; no estaba segura si habia sido el momento o la persona indicada y trataba mientras hacia circulos en los bordes de la hoja de cubrir esos sentimientos con pensamientos que la obligaban a ver su cuerpo como un sujeto externo al que podia usar y luego examinar en tercera persona.
La clase acabo antes, arqueó su cuello para de alguna manera quitar la presion que sentia estaba en su conciencia, luego sin mirar a nadie, colocó todas sus cosas en el bolso y salio disparada del salon, a duras penas escuchó que alguien la llamó, -deberia ser santi- pensó; de todos modos no dio vuelta atras y bajando las escaleras muy apresurada para atravesar el hospital y poder llegar a su auto que estaba en el sexto piso del parqueadero.
-Lo siento señorita no habia mas espacio- dijo Christian - no hay lio chris, vamonos por favor- era amable christian -pensó- tal vez seria mas amable con él de no ser porque su padre lo puso a perseguirla. Amanda respiraba de manera cortada mientras miraba como las nubes se empezaban a volver grises sobre la septima. No hacia mas que tocar sus manos, de sentir sus uñas, las llemas de sus dedos, y miraba su reflejo en el vidrio ahora humedo por las gotas que empezaban a caer  sobre la la oscura camioneta. Y pensaba que era increible como todo habia cambiado en un par de meses, como el refeljo que ahora veia no le gustaba, y no le gustaba porque era triste, porque era gris, porque ya no sabia si era ella.
Amanda se bajo de la camioneta sin esperar a que su chofer-guarda espaldas le abriera la puerta, incluso dejó el bolso dentro y corrio para el baño de su habitacion. Sentia ganas impresionantes de transbocar de sacar de ella todo lo que no le gustaba y de expulsar lo que habia vivido y asi fue. Se quedo un rato mas en el baño sintiendo como la presion en su estomago y la taquicardia de su corazon desaparecian. luego, se puso de pie y de nuevo se miró al espejo; pero esta vez sintiendo lastima por quien veia atravez del cristal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta definitivamente me pasa a mi...

Esta definitivamente me pasa a mi...