miércoles, 4 de julio de 2012

El limite ParteII


Esa noche tenia tanta rabia que se le notaba el odio hacia si mismo y el mundo en las vetas amarillas y rojas de sus  ojos verdes. Llovia como si dios presagiara lo que pasaria despues, como si alguien con poderes sobre naturales tratara de evitar a toda costa cualquier intento de movilidad de Santiago aquella noche.
Solo miraba por la ventana de su habitacion como, gota a gota las salpicaduras en el vidrio se transformaban en un rio de todas sus penas, decepciones y temores. Sentia como cada musculo de su cuerpo temblaba; el frio viento que se deslizaba por entre la ventana lo abrazaba para mantenerlo inmovil y gris, como si lo preparara para guardar la imagen del gélido joven. Pensó en llamar a sus amigos, pero recordo que ninguno lo conocia lo suficiente para confiarle sus problemas y sentirse comodo al pedirle ayuda, tampoco pensaba que lo entendiesen asi que descarto rapido la idea. Recapitulo acerca de cada uno de sus tios y primos, pero entendio que pedir ayuda en aquella circunstancia destruiria la mentira en la que vivia su familia, esa mentira en la que el mismo vivia. Con su hermana jamas contaria, ella odia todo en lo que el cree, todo lo que el piensa, ella lo odia en silencio porque teme a lo que en escencia, él es.
Recordo escena por escena, palabra tras palabra, tambien el nombre de cada uno de quienes lo forzaron a convertirse en eso, a despertar como un hombre, habiendo sido un bicho repugnante, recordando con una maquiavelica sonrisa a kafka, solo que el era mejor, el habia logrado invertir el proceso de transformacion. Tambien, en el fondo, lo agradecia; sentia que de no ser por cada ofensa, cada mala palabra, cada empujon no seria lo que ahora es, lo que todos quieren ser.
Sentia lastima por si mismo, porque despues de tanta lucha por ser lo que le pedian, lo que el sistema promocionaba y la sociedad celebraba. Aún seguia siendo el pequeño y consentido niño que algun dia encerro en una carcel de oro; albergada en su corazon, al que miraba sinicamente como cuando se miran animales encerrados, admirando algo mundano y disfrutando de su sufrimiento. Claro, ya no era para nada inocente, era vacio, frio y calculador.
Se limpio las lagrimas con un brazeo brusco, se puso de pie tomo el blazer  del colegio, se lo coloco sobre su torzo desnudo, agarro un brazlete grueso con taches que puso en su muñeca. Se agacho y saco de debajo de su cama un tarro de galletas navideño, retiró la tapa y dentro de muchisismos billetes evidencia de su trabajo avernal, saco 200.000 pesos. colocandolos en su billetera, simula con almohadas estar acostado en su cama, apaga la luz y sale de su habitacion con los zapatos en la mano, bajó las escaleras entapetadas casi corriendo, desliza el pistillo de la puerta con habilidad de ladron experto, )ya lo habia hecho suficientes veces  para serlo) y sale de su casa en el nor-oriente de bogota.
 Camina un par de cuadras mientras tirita por el frio de la noche y las fuertes gotas de lluvia que rapidamente emparaman su cabello y chaqueta mientras mira al suelo, no quiere que los vecinos vean nada, mira la hora en el celular, las nueve y media de la noche, lo apaga y saca la sim card; al telefono  y el chip los guarda en el bolsillo trasero derecho del pantalon. Siempre mira bastante hacia atras, como sospechando el asecho de sus demonios; llega a la Avenida Esperanza y para un taxi. Al Limite por favor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta definitivamente me pasa a mi...

Esta definitivamente me pasa a mi...