domingo, 27 de octubre de 2013

Has que cambie el tono de mi canción


 
Has que cambie el tono de mi canción,

Que el bolero lento y melancólico que compuso Dios para mí;

Sea ahora una balada alegre que podamos bailar en nuestra boda

Has que cierre mis ojos y te escuche  tararearla en mi cabeza,

Conviértete en mi instrumento favorito.

 

Porque solo tú sabes la tonada que calma mis demonios,

Recuéstate junto a mí y cuida mi sueño

Pues eres la única persona que dejaría me viera dormir;

Conviértete en mi silencio,

Has que cambie el tono de mi canción…

 

Son falsetes tu risa y tu llanto

Crearé un espacio en mi corazón para tu canto,

Sácame de la rutina, quítame los audífonos y llévame de la mano;

Ya quiero despertar para estar a tu lado,

Porque solo tú sabes la tonada que calma mis demonios.

 

Jamás pude salir de tu sonrisa,

Y aunque cantes a lo lejos, te admiro en mi silencio,

Conquístame, háblame; no temas conocerme

Porque en nuestra otra vida ya has hecho inclemente

Son falsetes tu risa y tu llanto…

 

No les temas a los demás

Soy yo ese héroe épico, pero debilucho que te protegerá,

Ven conmigo a contar estrellas

Ven ya, que me atrapaste; pues…

Jamás pude salir de tu sonrisa.

 

Has que cambie el tono de mi canción.

Quítame lo pendejo en la vida,

Para ser el pendejo de tú vida.

Has que cambie el tono de mi canción,

Que tal vez resulte tu mejor composición.
 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Muro de espinas


 
Mi mamá siempre me dice que soy un campeón, que sé cómo hacer las cosas y que todo saldrá bien, en estos momentos no me siento un campeón, no sé qué hacer y estoy seguro de que el mundo seguirá girando sin que necesariamente este conspire a mi favor.

Es curioso como las personas evitan hablar de la muerte y toman unas reacciones impostadas y falsas cuando les mencionas el tema. Como si ellos no se fueran a morir, o incluso; la incesante hipocresía humana no nos llevara a hacer como que nos sentimos mal cuando alguien a quien no conocimos o ni nos importaba muere.  Por eso pienso que el funeral perfecto ha de ser una fiesta, de esa manera por lo menos habría un recuerdo alegre de la persona si es que en vida no lo hubo.

 Volvieron mis dolores de cabeza, a veces tengo que cerrar un ojo como para esperar a que bajen un poco. Tengo sueño todo el tiempo y no quiero hacer nada. Lamento que este espacio sea una especie de muro de los lamentos, pero de alguna manera es la única forma que tengo de volar.

Es todo y no es nada, ya no hay estrellas que contar en el cielo, ahora simplemente se existe sin vivir o incluso se vive sin pensar. Es peligroso pensar, creo que lo hago demasiado y por eso me siento atrapado; tal vez si no pensara en las cuotas, en la casa, en mi mamá, en la universidad, en las deudas, en los demás, en mí… en ti. Sería una locura, ¿no? “¡Pero qué desconsiderado, no piensa en nadie más que en él!”, diría la gente (que iluso, eso dicen incluso en este momento), la gente dice muchas cosas, algunas ciertas y otras falsas, unas agrandadas y otras inventadas; Incluso de mí, que no soy nadie ni hago nada, que solo paso junto a ellos por la calle. Si por mi fuera me quedaría sentado en algún lugar, solo observando, pudiéndome imaginar las miles de historias que podrían contar cada una de las personas a las que no veo por estar en mis cosas.

Si te detienes un momento y miras al cielo solo encontrarás cables de energía entrelazados y atados a grises postes; nadie puede volar con esa cantidad de redes. Creo que ese fue mi problema, estoy atado, boca abajo y colgando de algún cordón de esos. Puede ser una jaula tan enorme que cubre todo tu mundo, pero a la vez tan pequeña que atraviesa cada emoción, sentimiento  y pensamiento. Incluso aquí, pienso demasiado en lo que publicaré, no sé quien lo vea o quien no lo vea, por eso las entradas son como mensajes en botellas lanzadas al mar, con la única esperanza de que lleguen a quien deben llegar… Es como si fueras tranquilamente por el campo y una pequeña espina de alguna rosa se hubiera atorado en tu suéter, luego de intentar separarlos sin dañar ni la rosa ni el suéter, la enredadera empieza a crecer alrededor tuyo…

Creo que en mi caso, he dejado que ese muro de espinas me consuma casi en totalidad, igual no estoy seguro de querer salir…  son cientos de imágenes que pasan a mil por hora en mi cabeza, poco a poco me van arrinconando en mi habitación, es no poder hablar, no poder escribir, no poder gritar; es temor, es ansiedad, es tristeza, de nuevo es todo y no es nada. Estoy atado, encarcelado y enredado.   

Lo más probable es que algún día cuando muera; el camión de la basura pase a la misma hora a la que ha pasado siempre, el rocío del pasto huela igual de fresco y al medio día las ciudades sigan siendo un caos, y no quiero que haya drama y llanto (si es que alguien lloraría por mí).  Mi única preocupación es si escribí todo lo que tenía que escribir y callé todo lo que tenía que callar.

jueves, 17 de octubre de 2013

Cerrando Circulos


Este texto está dirigido a todas aquellas personas que en este momento sienten un vacio en el  pecho, que estén como adormilados y ya nada les produce la emoción que en algún momento les llegó a producir…

Siempre me he preguntado por qué simplemente no me puedo quedar recostado en mi cama y solo ver como la luz cambia a través de las cortinas, simplemente abrazando la almohada y disfrutando de mi lenta nostalgia. Solo con la esperanza de que un día, por fin, me levante sintiéndome bien  y quiera hacer todas esas cosas que la gente hace con regularidad. Sin embargo; al parecer, muy pocas personas parecen disfrutar el negro y romántico humor del cuadro, porque creo que la verdadera belleza está en los momentos más humildes, puros e inocentes. Para mi seria hermoso  ver que de veras tienes sentimientos y que son tan profundos y tan verdaderos que solo allí tumbados sobre una cama, tú alma está limpia y puede transmitir lo que verdaderamente eres.

Pero lastimosamente no es así, hay que lidiar con el mundo exterior, hay que salir, sonreír, hablar y hacer todas esas cosas banales que poco a poco irán encerrando tu realidad en un cuarto oscuro, habitado por recuerdos guardados como fotografías a las que solo accedes  cuando ni la comida, el sexo o el alcohol funcionaron. Sin embargo, ¿qué triste devenir es este? ¿Acaso estamos condenados en ser maquinas productivas, las cuales solo pueden acceder a sus sentimientos en su tiempo libre o de almuerzo? Es por eso que tengo que cerrar el círculo, porque no soporto la idea de que te conviertas en una fotografía borrosa a la cual miraré sin ilusiones cuando quiera sentirme más basura.

Eres tan importante para mí que no dejaré que te conviertas en un mal recuerdo; miraré al cielo y sonreiré, oraré cada noche por tu felicidad y, a lo mejor; mire cada tanto tu retrato en la memoria de mi celular. De seguro seguiré melancólico y triste por no poder estar contigo, pero será una tristeza hermosa porque; aun, en mi cabeza estas sonriendo.

Eso sí te advierto, utilizaré tu rostro, tus manos, tu voz y tu risa para crear cursis escritos de los cuales escogeré entre guardar para mí y publicarlos en este blog. Lo más probable es que nos comuniquemos sin que tú respondas, incluso sin que sepas que aquí están las tristes y sencillas palabras que algún día tú inspirase a publicar.  

martes, 15 de octubre de 2013

Amor Clandestino


 
Yo pensaba que cuando uno era joven, universitario y soltero no tenía que estar deprimido, viendo comedias románticas con una manta y un litro de helado…

Estoy deprimido, viendo comedias románticas, con mi manta y comiéndome un litro de helado que ni siquiera me gusta (pues es de guanábana y detesto la guanábana), pero es azúcar con crema y uno, como buen producto de Hollywood cree que le ayuda a llenar el vacío interior.

Es increíble la habilidad que tenemos los seres humanos para imaginar, crear o incluso para idealizar podemos maquinar toda una historia a partir de nada, hacer ídolos a partir de imágenes y amores a partir de miradas. Fue cuestión de una ojeada; fueron esos milisegundos en los cuales mis ojos se encontraron con los tuyos y, que capaces de crear todo un coctel químico en mi organismo; desembocaron en miradas esquivas y sonrisas tímidas. Me prometí a mí mismo hace un tiempo que jamás volvería a fijarme en alguien imposible, que no tendría sentimientos y me enfocaría en mi éxito profesional y académico. ¡Ja!, que iluso y prepotente fui al creer que mandaría sobre  algo tan superior, tan divino y perfecto como lo es el corazón.

Pasamos tantas cosas juntos, sin embargo casi nunca estábamos los dos… Curioso ese sentimiento, ¿no? Es como una presión en el pecho de emoción por lo que pasó, es ansiedad por saber si podría pasar más, es la ilusión de verte sonreír en mi cabeza; son mis sonrisas mientras miro como un tonto al vacio. Pero también es rabia, odio e incertidumbre; rabia por no tenerte, odiándome a mí mismo por no saber qué hacer, e incertidumbre de no saber si algún día, siquiera del otro lado de la calle te vuelva a ver.

No sé si te perdí…  pues una parte de mi dice que nunca te tuve, ni siquiera miramos las estrellas juntos aún así nos divertimos bastante, y me gusta pensar en que si algún día piensas en mí, sonrías y recuerdes a este torpe, capaz de hacer o decir cualquier cosa para hacerte sonreír. Indagué en tu alma lo poco o mucho que me dejaste, y sé lo fuerte que puedes llegar a ser por fuera; pero también de la fragilidad e inseguridad de tu corazón; y no me importó, no me importa; pues estaría yo ahí para evitar que alguien o algo te lastimara… no me diste la oportunidad, y tampoco supe muy bien lo que hacía, soy un torpe, tal vez por no preguntarte lo que quería preguntar. Soy un idiota porque sé la respuesta, porque vi la respuesta y me enfadé contigo en secreto  pues esto es un amor clandestino que no puede ser revelado.

Somos seres de mascaras, perversos y oscuros todos en el interior, sin embargo usamos una distinta con cada persona y no es mentir o engañar, es real pues representa quienes somos cuando estamos con los demás; y solo si realmente te gusta quien eres cuando estás hablando con alguien, es realmente especial ese alguien. A mi realmente me gustaba quien era cuando estaba contigo, era más alegre y despreocupado, me curaste de mi mismo… la pregunta es: ¿a ti te gustaba quien eras cuando estabas junto a mi?

A lo mejor jamás leas esto porque ni siquiera sé si exististe; pero aquí está, disponible y público como a manera de consuelo para mí, como mi exorcismo, como poder gritar, como si en mi mente y con mi voz te lo leyera antes de dormir abrazados. Pero todo en la vida, y mas estos boleros lentos y romanticones que conforman la conforman, tienen un final, y el de esta historia fue despertar, fue volver a la realidad abriendo los ojos y molestarme por la cantidad de luz a través de la ventana que me mostró que todo, siempre estuvo en mi cabeza.  

Esta definitivamente me pasa a mi...

Esta definitivamente me pasa a mi...