martes, 20 de mayo de 2014

No puedo dormir



Son las 3:03 de la mañana, eran las 2:45 cuando encendí el computador...

Me duele la espalda, los ojos y la cabeza; la espalda porque estoy sentado en mi cama, tratado de que ni el gato note que hay alguien en mi casa que no esta durmiendo, los ojos por la luz de la pantalla, supongo. Y la cabeza porque a lo mejor jamas aprendí a manejar el estrés, porque últimamente tengo que hacer mil cosas y esas mil cosas son importantes y hay que hacerlas al tiempo. Esta iba a ser una entrada descarada y divertida de “fuckbuddies”, si, esas personas con las que tienes sexo, pero que no están en una relación más allá de una curiosa amistad, sin embargo, luego de dormir unas 4 horas, desde que me acosté ya ayer (wao, me acosté ayer y aun no amanece) y levantarme exaltado por la combinación entre un mal sueño y una mala realidad cancelaré la cita con mi fuckbuddie, así que no habrá material para hablar de fuckbuddies.

¿Que si estoy depresivo estos días?, puede ser, o puede que finalmente me haya dado cuenta de lo mierda que es el mundo, y no es solo de ataques sistematicos del destino contra mi persona, no. Es con todo y todos, y la verdad es que todo el mundo parece vivir igual, caminar igual y escuchar la misma emisora, en el mismo bus que toman día a día para ir a casa. Pero yo no, yo siento que algo ha cambiado y no se que es, y no me gusta porque hace que este escribiendo una entrada a las 3:36 de la mañana de un martes.

sábado, 17 de mayo de 2014

Overture


Siempre supe que era diferente a los demás, no se como; ni de que manera, ni por qué motivo, pero siempre lo supe.

Cuando era niño nunca me sentí cómodo en ningún sitio, y; hasta el día de hoy creo que sigue siendo así. No jugaba lo mismo que los demás niños, me aburrían la conversaciones de mis compañeros en el colegio, sin embargo, cuando me acercaba a algún adulto como los profesores, tampoco entendía lo que querían decir. Así que crecí caminando, caminando de un lado al otro del colegio intentando escapar de mis amigos, de mis maestros y de mí mismo.
Me gustaba pensar que esta no era mi vida, que; en algún momento como en la películas algo sucedería y todo cambiaría y no seguiría pretendiendo que todo estaba bien mientras me sentía la persona más sola del planeta.
Hace unos días volví a llorar, pero no como quería, no de felicidad, ni bajo una fuerte lluvia, no. Lloré por orgullo, por furia, por impotencia por todo menos que por alegría, y es un sentimiento tan raro... pensé que nunca volvería a suceder pensé que me había vuelto una roca, que había perdido mi alma en un trato absurdo con el destino. Pero no, solo bastaba las estupidez burocrática más absurda para quebrarme.
Y si, a lo mejor esta vez si quería llorar, pero llorar en serio, como cuando era niño y lloraba por cualquier cosa.

Es difícil ya determinar que es cierto y que es falso, no tengo lo que quiero, pero lo quiero tanto que en mi cabeza lo tengo, y es así como vivo mi vida, dándome logros falsos, los logros que realmente quiero tener y no las congratulaciones mundanas y superfluas de la realidad, porque no quiero ser el mejor estudiante, ni el mejor trabajador, ni el mejor amigo, ni la mejor persona. Solo quiero ser yo, y yo no soy así, no me veo así.
¿que si en realidad me veo?, claro, lo hago cada día, cada que puedo, cada que veo mi reflejo triste sobre la ventana gris del bus rojo que tengo que tomar todos los días. Cada que me despierto y con esa ilusa esperanza espero que todo haya cambiado y me miro aún mas inocentemente en el espejo para notar que no me gusta ni mi cabello, ni mi piel, ni mi cuerpo. Cada que me doy cuenta que evito verme a mi mismo a los ojos porque tengo miedo de lo que pueda ver, porque me aterroriza ser yo, me da pánico que mis ojos reflejen que en realidad no tengo vida.

Día tras día, en la televisión, en la calle, en la radio y en los cuerpos de los demás me recuerdan que soy una mierda, que no soy como ellos, que quiero ser como ellos por más que diga lo contrario y, me recuerdan aún con mas crudeza que jamás podré ser como ellos. ¿porque nos lo venden?, ¿que si es publicidad?, ¿capitalismo dijiste?, no, nada de eso. Somos seres humanos, personas, individuos, somos sociedad, todos queremos ser como los demás mientras queremos que ellos sean como nosotros, por eso inventamos categorías, nombres, títulos, etiquetas. Somos un virus, destruimos todo lo que tocamos, destruimos el planeta, nuestras propias vidas, nuestros cuerpos y espíritus.
No soy mas que una carcasa rosa vacía intentando ser como las demás carcasas vacías azules, verdes, negras o rojas. El problema no es el puto sistema, el problema soy yo que no supe utilizarlo, el problema no es la puta sociedad, el problema son ellos que aún viven carcomiendo como oxido lo poco que queda del mundo.

Siempre fui el niño raro, el diferente; tal vez aún lo soy, es solo que ahora sé que es mi culpa. Porque debe haber algo que pueda acabar conmigo, acabar con mis mundos falsos y reales, porque no quiero ser lo que soy ni estar en donde estoy. Porque todo es una mentira, porque con códigos nos clasifican al nacer para cumplir una función. Porque no sirvo para la tarea asignada, y tal vez no sirva para nada, por eso quiero acabarlo, acabarlo todo, porque nada sirve. Nadie en este puto mundo es feliz, pero nadie es triste tampoco porque pasa sus días con alegrías efímeras que le dicen: “a lo mejor el día de mañana”, pero no hay mañana, no; hace años que no hay un mañana, nos organizaron, nos reprodujeron y nos conectaron.
Quiero desconectarme, ¿que si quiero morir?, claro; en el momento preciso, y con el 'Overture' de fondo. Tal vez no sea hoy, ni mañana; lo único que pido es no ser un parásito más, porque como yo ya hay muchos.

Hoy sigo caminando de un lado a otro, por el centro de la ciudad, por los alrededores de mi casa, por mi casa... intentando huir del ruido de los seres humanos, del escándalo de cada uno de mis pasos y de mis pensamientos.

Esta definitivamente me pasa a mi...

Esta definitivamente me pasa a mi...