Los seres humanos, somos individuos
sociales por naturaleza, lo que quiere decir que tenemos una extraña necesidad
innata para agruparnos, trabajar en equipo y tener pareja… o por lo menos así debería
ser…
Una de mis mejores amigas y a la
que adoro con todo mi corazón es Sara; nos conocimos en la universidad y debo
admitirlo, nos caímos mal al principio. Pero luego yo me di cuenta de que ella
no era una niña plástica, loca y hueca; sino por el contrario es una de las
personas más juiciosas e inteligentes que conozco. Ella me conoció como alguien
muy enojón, psico-rigido y con un extraño sentido del humor… no se equivoco,
pero al parecer luego se acostumbro.
Ahora casi no hablamos porque
ella se fue de intercambio entonces solo actualizamos los “chismes de la semana”,
sin embargo conocerla me dio la oportunidad de concluir que todos estamos en
una “zona segura” un sitio ficticio que solo está en nuestras cabezas, creado
por nosotros mismos con una única razón, NO TRANSGREDIR NUESTRO MUNDO.
Me explico, Sara; por ejemplo
tuvo una relación durante 5 años creo o tal vez mas, desde que ambos (ella y su
novio) estaban realmente jóvenes en el colegio. Terminaban y volvían, una y
otra vez. Luego de hablar con mi amiga durante largo tiempo, me di cuenta que
no se sentía cómoda estando soltera, que ya no estaba enamorada de su novio de
la misma manera que alguna vez lo estuvo; sin embargo mantuvo la relación así
por no sé cuánto tiempo. Sara estaba en su zona segura, y transgredirla así
fuera porque en el fondo ella sabía que necesitaba algo diferente resultaría muy
difícil e incluso atemorizante.
Sin embargo no todos los casos
son tan sencillos, aparentemente, el año pasado conocí a Jake, o bueno ya lo conocía
pero empezamos a hablar luego de quedar solo los dos en una clase donde los demás eran extraños y raros. Mi
nuevo amigo es en verdad una gran persona, con un corazón enorme y muy noble,
es inteligente aunque algo vago para los deberes. El también está en una zona
segura, creo; Y le pasa lo que muchos de nosotros, está soltero y no quiere
estarlo. Pero ya les contaré de Jake en
otra ocasión.
Incluso yo, he quedado encerrado
en una jaula de acero, con relaciones fugaces y poco significativas. Me he
convertido en el sujeto que ve la vida en tercera persona. Pero de alguna extraña manera estoy cómodo
mirando desde lejos, solo siendo alguien mas, otra persona caminando por la
acera u otro cuerpo sin nombre al cual agregar a la lista.
Al punto que quiero llegar es que
somos nosotros mismos los que nos auto determinamos en un estado, y aunque
queramos cambiarlo, siempre estaremos mas cómodos sin hacer nada, y gracias a Freud y el subconsciente; a menos
que tomemos una decisión tajante en hacer algo y hacerlo, claro. No va a pasar
nada. Con desearlo jamás sucederá. El principio es lo más difícil, pero el
final puede se lo más satisfactorio.
Y hay muchas categorías, serás
hombre, mujer, casado, novia, soltero, gay, lesbiana gordo o morena, pero son
etiquetas, y estas son para la ropa; alguna vez escuche que la etiqueta que
nunca pasará de moda es FELIZ.
