martes, 15 de octubre de 2013

Amor Clandestino


 
Yo pensaba que cuando uno era joven, universitario y soltero no tenía que estar deprimido, viendo comedias románticas con una manta y un litro de helado…

Estoy deprimido, viendo comedias románticas, con mi manta y comiéndome un litro de helado que ni siquiera me gusta (pues es de guanábana y detesto la guanábana), pero es azúcar con crema y uno, como buen producto de Hollywood cree que le ayuda a llenar el vacío interior.

Es increíble la habilidad que tenemos los seres humanos para imaginar, crear o incluso para idealizar podemos maquinar toda una historia a partir de nada, hacer ídolos a partir de imágenes y amores a partir de miradas. Fue cuestión de una ojeada; fueron esos milisegundos en los cuales mis ojos se encontraron con los tuyos y, que capaces de crear todo un coctel químico en mi organismo; desembocaron en miradas esquivas y sonrisas tímidas. Me prometí a mí mismo hace un tiempo que jamás volvería a fijarme en alguien imposible, que no tendría sentimientos y me enfocaría en mi éxito profesional y académico. ¡Ja!, que iluso y prepotente fui al creer que mandaría sobre  algo tan superior, tan divino y perfecto como lo es el corazón.

Pasamos tantas cosas juntos, sin embargo casi nunca estábamos los dos… Curioso ese sentimiento, ¿no? Es como una presión en el pecho de emoción por lo que pasó, es ansiedad por saber si podría pasar más, es la ilusión de verte sonreír en mi cabeza; son mis sonrisas mientras miro como un tonto al vacio. Pero también es rabia, odio e incertidumbre; rabia por no tenerte, odiándome a mí mismo por no saber qué hacer, e incertidumbre de no saber si algún día, siquiera del otro lado de la calle te vuelva a ver.

No sé si te perdí…  pues una parte de mi dice que nunca te tuve, ni siquiera miramos las estrellas juntos aún así nos divertimos bastante, y me gusta pensar en que si algún día piensas en mí, sonrías y recuerdes a este torpe, capaz de hacer o decir cualquier cosa para hacerte sonreír. Indagué en tu alma lo poco o mucho que me dejaste, y sé lo fuerte que puedes llegar a ser por fuera; pero también de la fragilidad e inseguridad de tu corazón; y no me importó, no me importa; pues estaría yo ahí para evitar que alguien o algo te lastimara… no me diste la oportunidad, y tampoco supe muy bien lo que hacía, soy un torpe, tal vez por no preguntarte lo que quería preguntar. Soy un idiota porque sé la respuesta, porque vi la respuesta y me enfadé contigo en secreto  pues esto es un amor clandestino que no puede ser revelado.

Somos seres de mascaras, perversos y oscuros todos en el interior, sin embargo usamos una distinta con cada persona y no es mentir o engañar, es real pues representa quienes somos cuando estamos con los demás; y solo si realmente te gusta quien eres cuando estás hablando con alguien, es realmente especial ese alguien. A mi realmente me gustaba quien era cuando estaba contigo, era más alegre y despreocupado, me curaste de mi mismo… la pregunta es: ¿a ti te gustaba quien eras cuando estabas junto a mi?

A lo mejor jamás leas esto porque ni siquiera sé si exististe; pero aquí está, disponible y público como a manera de consuelo para mí, como mi exorcismo, como poder gritar, como si en mi mente y con mi voz te lo leyera antes de dormir abrazados. Pero todo en la vida, y mas estos boleros lentos y romanticones que conforman la conforman, tienen un final, y el de esta historia fue despertar, fue volver a la realidad abriendo los ojos y molestarme por la cantidad de luz a través de la ventana que me mostró que todo, siempre estuvo en mi cabeza.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta definitivamente me pasa a mi...

Esta definitivamente me pasa a mi...