Otra de mis historias... I

Esa mañana cuando me dieron la noticia fue bastante rara...
Habia salido mas temprano que de costumbre, pues no habia podido dormir en toda la noche, saque a rocco cuando ni siquiera la luna habia desaparecido. Simplemente me puse la sudadera, tomé la correa del perro, le dí una galleta, le serví el desayuno a la gata y luego simplemente baje las escaleras; ni salude al portero y empeze a darle vuelas al parque.
Esa mañana no saque ni el telefono ni el ipod, miraba el piso, la calle, a las demas personas, los arboles y el cesped. Pero en ningun momento observe mas allá de mi mismo. Me daba consuelo; tal vez no seria tan grave, o a lo mejor no seria nada... pero, es curioso porque cuando intentas pensar en algo que te distraiga de las preocupaciones, siempre terminas en ellas, y normalmente siempre empeorandolo todo...  ¿seria grave?¿doleria? ¿que pasaria luego?, ¿seria inmediato? ¿seria fulminante? ¿doleria aún mas?
Decidí volver al apartamento, subí y le di mas comida a rocco, arregle la cama y puse a hacer café, me entre a bañar y luego llame a la oficina. "Si, doctor ya habia reordenado su agenda y sus citas estan para despues de las tres, usted me lo dijo hace un par de dias, es por su cita ¿no?", que idiota! lo habia olvidado, menos mal andrea esta en todo, es buena secretaria esa andrea. - si, si verdad, bueno te lo confirmo pues; saludame a todos, nos vemos esta tarde bye- cuelgo.
Saco de la gabeta superior derecha unas galletas de fibra con sabor a frutos rojos, eso dice el empaque; me sirvo una taza de cafe y le coloco una cucharadita de azucar -hoy voy a necesitarlo- pienso en ese momento;  detesto estas galletas, saben a carton... tomo un sorbo de cafe, nunca aprendi a hacer cafe; me siento en el sofa para ver por el ventanal del balcon -ni siquiera disfrute la vista, y el banco se lo quedará, pienso... despues de tanto esfuezo- mierda, ya empezo el dolor de cabeza. Esta vez es al lado del oido derecho, como detras del ojo...-este es nuevo- Lyla se me pasa por entre las piernas y se sienta a mi lado, la acaricio, le paso la mano por el lomo mientras miro a rocco que esta acostado en su cama frente al sofa  en ese momento se me escapa una lagrima fugitiva por la mejilla por no saber que pasará con ellos; adoro a estos animales.
Me levanto, me pongo la corbata me miro al espejo, me limpio las lagrimas y presiono mis ojos, como lo hacia cuando era niño para evitar que mis compañeros se dieran cuenta que estaba llorando.
Bajo esta vez por el ascensor, me miro en el gran espejo y respiro profundo -ojala no se suba nadie- coño! -buenas tardes- digo tratando de esbozar una sonrrisa - es doña lilia siempre anda buscandome novias con sus nietas y amigas- la vieja es querida - mijo, buen dia- dice, contestandome. Me bajo rapidamente al llegar a lobby del edificio, esta vez si saludo al portero - él no tiene la culpa - me digo. bajo por las escaleras del parqueadero y me subo al carro. Tomo la 26 doy una vuelta para seguir por la embajada y tomo la 53 porque creo que no hay trancon. Falso, hay trancon; miro los otros carros, la señora del fiesta del lado derecho se maquilla en el espejo retovisor, el señor del renault del otro lado habla por telefono, parece molesto, atras tengo una fortuner de vidrios polarizados al parecer van varias personas por las sombras que veo; y en el megane rojo de en frente hay una niña jugando con una lagartija de peluche en el vidrio trasero, me sonrie, le sonrio, esta bonita la chiquita... - me gustaria tener hijos- pienso, mientras me rio solo, es imposible. Mi solitaria sonrisa se ve interrumpida por por una fuerte picada en mi cabeza tras el ojo izquierdo me quedo con el ojo cerrado un par de segundos... creo que ya... si ya...
Perdi a la niña del megane rojo como en dos cuadras, creo que nunca antes habia manejado tan rapido, ahora estoy en este horrible pasillo eperando por que me llamen.