sábado, 1 de septiembre de 2012

La Jaula


Según el calendario que hemos armado, hoy es sabado, creo que ya hace un mes que fuimos capturados; al principio pense que seria cuestion de dias, pero ahora no estoy seguro de si alguna vez saldre de aqui.
Encontre este boligrafo hace un par de semanas bajo el colchon luego de que nos cambiaran de celda pero no sabia muy bien en que usarlo. Incluso, no se si valga la pena escribir esto, no se si alguna vez alguien leerá lo que consagro aqui esta noche. Lo hago porque ya aqui todos perdieron esperanza alguna e incluso muchos parecen cuerpos vacios esperando morir; es como si ya supieran el desenlace y solo esperacen el frio final. Sin embargo yo aún espero que todo esto termine y que pueda sobrevivir el tiempo necesario para volver. Esta mañana escuche en la  radio de uno de los guardias que la resistencia es cada vez mas fuerte y que es posible que el consejo de seguridad de la ONU envie tropas.
Mi nombre es Arturo y antes de llegar a la jaula tenia una vida normal, con padres normales una casa normal y amigos como los de todos; ahora soy A09-19-1992 o como les gusta llamarme a los compañeros A92  y todo empezó a cambiar hace mas o menos 6 meses cuando de manera multilateral todos los paises del mundo firmaron un tratado de paz perpetua y asi se convenia el desarme progresivo de las naciones. Las celebraciones se extendieron por el mundo durante semanas, en las noticias mostraban soldados de todas partes del globo y de distintas guerras volviendo a sus casas saludando, llorando y abrazando a sus seres queridos. En las calles la gente lloraba, casi todas las noches habian espectaculos de fuegos pirotecnicos y muchos pensamos (incluido yo) que las cosas no podrian mejorar. Y no me equivoque, jamás mejoraron, todo lo contrario, heme aquí encerrado con miles de personas con una comida al dia, agua lodosa y perdido en alguna parte del mundo, porque de algo estoy seguro, esto, no es mi pais.
Jamás olvidare lo primero que sentí cuando entre a este lugar, fue y ha sido la sensacion mas horrible que he tenido, fue morir mientras aún conservaba mi cuerpo. Aqui se padecen todas las cosas mas terribles nunca antes imaginadas, es el infierno; no, peor que eso, por lo menos en el infierno ya estas muerto. Aqui, hay gente que reza para morir, he visto personas suplicarles a los guardias para que les disparen. Al principio lloré, lloraba por dias enteros, maldecia todo, he incluso intente escapar en una ocacion; hasta que ya no salian por mis ojos mas lagrimas y entendi que todo era inutil.
Trabajamos desde que amanece hasta que ya no se vea nada en la noche, cavamos agujeros de los cuales, al principio, no entendia su funcion. Tambien hay quienes cosen la ropa que usamos, algunos cocinan la comida del dia y una vez nos pusieron a caminar en circulos bajo el sol. Ese dia murieron varios. Una de las cosas mas duras aqui adentro es aprender que no tienes nada, muchos llegan aún con las joyas intentando comprar a uno que otro guardia pero, primera leccion; aqui dentro nada vale nada y algo lo vale todo. Joyas, billetes y monedas valen nada; solo he escuchado la voz del comandante, es quien dice las tareas del dia he informa una que otra cosa inutil; de resto todos los demas soldados no abren la boca para nada, creo que he visto un audifono en el oido izquierdo de varios. Puedes gritarles, suplicarles, ofrecerles los pocos objetos con los que hubieses podido llegar incluso algunos han ofrecido servicios sexuales pero ellos nunca miran a los ojos, o te dan un tiro para que te calles o simplemente te golpean con el filo del arma.
Cuando me intenté escapar me tomaron cuatro guardias llegando a una de las cercas, habia podido encontrar los puntos ciegos de las camaras de calor, habia cambio de guardia y logre evadir a los demas reclusos chismosos. Me golpearon hasta que perdi el conocimiento, dicen que no me desperté durante dos dias pero que a veces me movia y Julio y Bernardo no dejaron que me tiraran en una de las fosas.
A Julio y Bernardo los conocí en el bus que nos trajo aquí, Julio es un neuro cirujano de treinta y cinco años que es el encargado de ayudar a las personas mas debiles de aqui, es muy positivo y ha dicho que cuando salgamos de este lugar me llevará a conocer londres de donde era su esposa. Ella murio antes de llegar acá, Julio ha contado que tenia cancer y murio antes de que el regimen surgiera. Tambien ha dicho que es mejor asi, que no soportaria viendola sufrir en la jaula. Y Bernardo tiene mi edad y es un peluquero al que capturaron por ser homosexual, a menudo se lo llevan al torreon, en el centro de la jaula, él dice que solo le sacan sangre y le hacen tomografias; por eso es de los pocos que cambia de ambiente a veces. Era muy divertido al principio pero ahora solo me abraza a penas nos levantan y trabaja todo el dia sin decir una sola palabra. Nos contó a Julio y a mi que Trabajaba para mantener a su mamá y su hermanito. Al parecer ellos alcanzaron a esconderse.
Esta mañana tambien llegaron nuevos; es curioso como funcionan las cosas aqui, esas pobres personas llegaron gritando, llorando, maldiciendo y peleando. Nosotros, por el contrario ya sabemos que no sirve de nada y ahora solo nos interesamos por nosotros mismos, a lo sumo te preocupas por personas que te han ayudado antes. Ahora nadie habla, solo se escuchan los gritos inutiles de los nuevos al otro lado de la jaula. El silencio es horrible, de nosotros ya nadie lucha y no se si es que empezamos a perder la fuerza o a perder el alma.
Puedo escribir esta noche porque hay luna llena y entre las tejas se alcanza a filtrar algo de luz; tendre que guardar este viejo cuaderno en un lugar seguro si no quiero que un guardia me lo quite. Estoy cansado, quiero saber de mis amigos y de mis padres. Quiero erscuchar la voz de alguien, quiero oír reir a quien sea. Quiero poder volver a llorar. Quiero salir de aqui.

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Esta definitivamente me pasa a mi...

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